White House Down: Cállese y Sígame, Sr.
¿Adivinen qué? ¡Roland Emmerich regresa para derrumbar hasta los escombros, una vez más, la Casa Blanca y el Capitolio de Washington D.C.! ¡¿No les emociona?! Como sea, Channing Tatum protagoniza su más nueva producción, White House Down (La Caída de la Casa Blanca).
John Cale (Channing Tatum) es un agente de policía que busca ingresar al Servicio Secreto y de paso conectarse de alguna forma con su hija Emily (Joey King). Mientras ambos visitan la Casa Presidencial de E.U. un grupo paramilitar toma las instalaciones neutralizando a todos los efectivos encargados de resguardarla, lo que convierte a John en la mayor, y única, esperanza para salvar al presidente James Sawyer (Jamie Foxx) y demás rehenes, entre ellos su hija, de sus armados secuestradores.
Roland Emmerich regresa a mejor sabe hacer, más bien lo más característico de su carrera, destruir la edificios emblemáticos de Estados Unidos, en esta ocasión la destrucción ocurre al interior de la Casa Blanca. Dicha destrucción es mostrada mediante escenas vistas a través de los ojos de los involucrados y/o de la cobertura que hacen los medios de comunicación sobre el siniestro en cuestión, con ello el espectador sigue al pie de la letra el concierto de explosiones, disparos y gritos que llenan de estupor esta caótica y destructiva hecatombe.
Misiles y balas se convierten en la batuta que guía los enfrentamientos, en donde lo mismo vemos limosinas que aviones explotando. Pero con toda esta orgia de destrucción he de mencionar que La Caída de la Casa Blanca no es el mejor trabajo de Emmerich pues nos encontramos con diálogos cliché y situaciones exageradas que restan verosimilitud al relato que el director intenta mostrar.
Deudora en muchas formas de Duro de Matar, y a otras que trataron de emular dicha cinta, pues sigue la misma receta desarrollada por esta: Héroe solitario + situación de rehenes + infiltración y exfiltración de un edificio + villanos con planes maquiavélicos = Película de acción. Pero más allá de lo irónico de mi comentario la cinta cuenta con destacadas secuencias de acción las cuales resultan ser sus mejores momentos, así como adecuados y bien realizados efectos especiales.
Así mismo la mancuerna de Channing Tatum y Jamie Foxx funciona bastante bien, aunque a Foxx le falta credibilidad y porte como político de alto rango. Mientras que Tatum se presenta como, ahora si, el héroe americano de acción, y es que Channing Tatum, tiene las habilidades y el carisma necesarios en miembro de una nueva generación de héroes de acción.
Desafortunadamente no todas las escenas de acción funcionan, dado los esporádicos momentos cómicos voluntarios, esto se debe a que la cinta está plagada de un patriotismo exacerbado donde arengas patrióticas aseguran que los Estados Unidos son el vigilante y salvaguarda del universo. ¿Dónde lo hemos visto antes?
Obviamente La Caída de la Casa Blanca no es para todos, sobre todo aquello que repudien las cintas de acción o a aquellas con tintes de patriotismo gringo, pero sinceramente me la pasé genial con ella. Podría decir que estamos ante una buena cinta de acción pero demasiado estúpida, el humor involuntario la mata. Pero obviando ese “pequeño hecho” es una muy divertida cinta para ver y disfrutar con los amigos.
John Cale (Channing Tatum) es un agente de policía que busca ingresar al Servicio Secreto y de paso conectarse de alguna forma con su hija Emily (Joey King). Mientras ambos visitan la Casa Presidencial de E.U. un grupo paramilitar toma las instalaciones neutralizando a todos los efectivos encargados de resguardarla, lo que convierte a John en la mayor, y única, esperanza para salvar al presidente James Sawyer (Jamie Foxx) y demás rehenes, entre ellos su hija, de sus armados secuestradores.
Roland Emmerich regresa a mejor sabe hacer, más bien lo más característico de su carrera, destruir la edificios emblemáticos de Estados Unidos, en esta ocasión la destrucción ocurre al interior de la Casa Blanca. Dicha destrucción es mostrada mediante escenas vistas a través de los ojos de los involucrados y/o de la cobertura que hacen los medios de comunicación sobre el siniestro en cuestión, con ello el espectador sigue al pie de la letra el concierto de explosiones, disparos y gritos que llenan de estupor esta caótica y destructiva hecatombe.
Misiles y balas se convierten en la batuta que guía los enfrentamientos, en donde lo mismo vemos limosinas que aviones explotando. Pero con toda esta orgia de destrucción he de mencionar que La Caída de la Casa Blanca no es el mejor trabajo de Emmerich pues nos encontramos con diálogos cliché y situaciones exageradas que restan verosimilitud al relato que el director intenta mostrar.
Deudora en muchas formas de Duro de Matar, y a otras que trataron de emular dicha cinta, pues sigue la misma receta desarrollada por esta: Héroe solitario + situación de rehenes + infiltración y exfiltración de un edificio + villanos con planes maquiavélicos = Película de acción. Pero más allá de lo irónico de mi comentario la cinta cuenta con destacadas secuencias de acción las cuales resultan ser sus mejores momentos, así como adecuados y bien realizados efectos especiales.
Así mismo la mancuerna de Channing Tatum y Jamie Foxx funciona bastante bien, aunque a Foxx le falta credibilidad y porte como político de alto rango. Mientras que Tatum se presenta como, ahora si, el héroe americano de acción, y es que Channing Tatum, tiene las habilidades y el carisma necesarios en miembro de una nueva generación de héroes de acción.
Desafortunadamente no todas las escenas de acción funcionan, dado los esporádicos momentos cómicos voluntarios, esto se debe a que la cinta está plagada de un patriotismo exacerbado donde arengas patrióticas aseguran que los Estados Unidos son el vigilante y salvaguarda del universo. ¿Dónde lo hemos visto antes?
Obviamente La Caída de la Casa Blanca no es para todos, sobre todo aquello que repudien las cintas de acción o a aquellas con tintes de patriotismo gringo, pero sinceramente me la pasé genial con ella. Podría decir que estamos ante una buena cinta de acción pero demasiado estúpida, el humor involuntario la mata. Pero obviando ese “pequeño hecho” es una muy divertida cinta para ver y disfrutar con los amigos.
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