Totalidad

Cuando nos encontramos con la palabra totalidad suelen aparecer ideas complejas, es muy común entablar esta palabra y presentarla como una experiencia compleja, y la realidad es completamente diferente. La totalidad es algo que se encuentra muy cerca de nosotros, simplemente hay que cambiar la objetividad de nuestras conversaciones, cambiar la visión para hacerla más simple y natural. El camino de la totalidad es un camino simple, que busca la pureza, que busca una limpieza de aquellos pensamientos oscuros, de las malas sensaciones.

Al igual que tantas especies de nuestro mundo, somos individuos de costumbres, estas costumbres parecen pegarse de la misma manera que los vicios. Esta palabra suele estar emparentada sólo con las sustancias externas a nuestro cuerpo, como las drogas, y la realidad es que toda cotidianeidad se encuentra a un pequeño paso del vicio, así como las personas se envician con el alcohol, con las drogas, existen personas que también se envician con otras personas. Y de esta manera es que podemos darnos cuenta de que los malos pensamientos y las malas sensaciones se pueden volver cotidianas y alcanzar un nivel de adicción, y es esta adicción a la negatividad que nos aleja por completo del concepto de totalidad.

Es por esta realidad que es fundamental sentirse bien con uno mismo, por esta razón encontramos la meditación como una práctica que ayuda mucho a encontrar tranquilidad, es una buena manera de encontrar un silencio a todas estas malas sensaciones que se encuentran en cada esquina de nuestras ciudades.

Toda complejidad esconde una simpleza, y a toda simpleza le prosigue una complejidad, de esta manera es que encontramos el equilibrio en nuestro mundo de dualidades. La mejor forma de encontrar una solución a nuestros problemas es enfrentarlos uno a uno, y este enfrentamiento no se relaciona con una lucha, o con una forma violenta de actuar. Este enfrentamiento habla de un análisis, de una visión y aceptación, de un estudio, de un aprendizaje. Para lograr enfrentar las grandes metas hay que programar primero las pequeñas, antes de correr hay que aprender a caminar y esta es la base para encontrar una totalidad que puede ser mucho más fácil de encontrar de lo que parece.

Es momento de que pongas una pausa, de que mires en tu interior de una manera tranquila, no hay apuro, no olvidemos que el tiempo físico no existe, así que por qué correr si se puede caminar muy lento y seguro.

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