300: Rise of an Empire: ¡Esta es por Leonidas!

¿Locura? ¡Esto es Grecia! Este debería ser el grito de batalla de 300: Rise of an Empire (300: El Nacimiento de un Imperio), la esperada “secuela” de 300, basada en la novela gráfica de Frank Miller: "Xerxes, Rise of an Empire" que se desarrolla previo, a su predecesora, esta “secuela” corre a cargo de Noam Murro, quien confirma que el mundo digital cada vez produce escenarios más impactantes que logran mantener atento al espectador y lo transportan a donde se quiere a través de la magia del cine.

El rey persa Jerjes I (Rodrigo Santoro) marcha con su inmenso ejército y armada hacia las ciudades estado griegas, las cuales pretende conquistar con la ayuda de su más leal y competente comandante, Artemisia (Eva Green). La democrática ciudad de Atenas, decide hacerle frente a la armada de Jerjes, basándose en su flota naval, encabezada por el almirante Temístocles (Sullivan Stapleton) quien busca todas las alianzas posibles, incluso la de Esparta, la ciudad rival de Atenas, ya las tropas persas son superior en número, ya sea por tierra o mar. Y es justo en el mar donde Artemisia será el enemigo a vencer por los griegos.

300: El Nacimiento de un Imperio no es propiamente una secuela en el sentido estricto de la palabra, pues narra hechos previos, paralelos y posteriores a los narrados en 300 y nos da a conocer, a su manera, las razones que llevan a Jerjes a buscar la destrucción de Grecia.

Visualmente, el director israelí Noam Murro retoma lo presentado en 300, pero sin llegar a realizar una copia barata de la misma, como otros directores lo han intentado, ya que Murro nos muestra un estilo visceral y brutal en todos los sentidos, lo que hace que se distinga su trabajo. Para 300: El Nacimiento de un Imperio el director crea una atmosfera sumamente épica, llena de batallas navales, tajos de las espadas y muchísima sangre. Lo cual no niega sus orígenes de comic al respetar el estilo visual de Frank Miller y de su predecesora, añadiéndole además elementos propios como las espectaculares batallas en altamar ya mencionadas, donde además los guerreros griegos deben luchar contra el clima. La paleta de colores cambio de ocres y rojizos a tonos fríos, azules y oscuros.

Hay que reconocer que Murro realiza un espectáculo cinematográfico interesante, las escenas de pelea funcionan, principalmente por la forma en la que están planteadas y desarrolladas. Sin embargo la cinta no funciona del todo, el guión y la historia por momentos se estanca y ralentizan el ritmo de la trama, además de que no hay diálogos o líneas interesantes y/o memorables como en su antecesora.

En cuestión de actuaciones no hay nada excepcional, excepto Eva Green en su papel de Artemisia, quien se roba la pantalla con su personificación de una mujer tan seductora y sensual como vengativa y malévola, características exaltadas por su feroz actuación y por su prominente y escotado vestuario. Por otro lado, Sullivan Stapleton se queda corto al intentar imprimir carisma en su personificación de Temístocles, ya que continuamente se le compara con Gerard Butler y su ya legendaria caracterización como Leónidas.

300: El Nacimiento de un Imperio es un espectáculo visual que cumple con el objetivo de entretener al público y fanáticos de la cinta original y de las cintas llenas de acción y adrenalina. Además de que debe disfrutarse en pantalla grande.

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