Need for Speed: Sprint de Maratón
Need for Speed es una saga de videojuegos de carreras de autos iniciada en 1994 por Electronic Arts, saga a la cual le llegó el turno de ser adaptada a la pantalla grande, bajo el nombre de Need for Speed (Need for Speed, La Película), la cual aprovecha el éxito de algunas franquicias de cintas de acción donde las persecuciones entre autos caros y tuneados son los protagonistas.
A pesar de la añeja rivalidad entre Tobey Marshall (Aaron Paul), mecánico y corredor amateur, y Dino Brewster (Dominic Cooper), corredor profesional y empresario, deciden trabajar juntos en un negocio, restaurar un mítico Mustang Shelby GT500. Todo va bien hasta que Tobey es encarcelado injustamente. Al salir, decide ir tras el responsable: Dino y para ello debe correr en la clandestina y legendaria Carrera De León.
No resulta nada fácil adaptar un videojuego a la pantalla grande, sobre todo si es uno de carreras, ya que actualmente existen decenas de cintas que explotaron la temática de las carreras automotrices, ya sean legales o ilegales, aun así Scott Waugh se lanza al ruedo y presenta un producto que logra extraer la esencia del videojuego. Transmitir la sensación de vértigo y adrenalina durante una carrera.
Justamente para transmitir esta sensación, el director Scott Waugh, tomó la decisión de filmar las escenas de acción apoyándose en coreografías y maniobras de las persecuciones de autos de películas de los setentas, prescindiendo de los efectos creados por computadora, lo cual le otorga verosimilitud a dichas escenas.
Como era de esperar en este tipo de cintas, la trama de Need for Speed, La Película no es compleja, es apenas la necesaria para justificar de forma adecuada las vertiginosas escenas de acción. La película hace lo que tiene que hacer, mostrar carreras de autos sin darle tantas vueltas al asunto, pero tampoco suelta escenas sin sentido. No pierde el tiempo con estupideces innecesarias: no hay escenas eróticas, ni largos y profundos diálogos psicológicos e introspectivos con relación a un personaje o situación.
Por otra parte los actores hacen su tarea, son entretenidos, están bien caracterizados y cada uno logra tener su momento, destacándose Aaron Paul al demostrar que tiene talento de sobra. Pero para muchos los verdaderos protagonistas son los autos, entre los que se nos muestran en la cinta tenemos a un Mustang Shelby GT500, McLaren P1, Bugatti Veyron, Koenigsegg Agera R, Lamborghini Sesto Elemento, Saleen S7, GTA Spano, ente otros.
La mejor palabra que se me ocurre para describir Need for Speed, La Película es que es efectiva, pues cumple lo que promete, carreras de autos emocionantes y verosímiles. Aunque para muchos pase sin pena ni gloria, como cinta dominguera aplica. ¡Ah!... Por cierto, se muestra un Ford Mustang 2015. Ése es el argumento más válido de esta película.
A pesar de la añeja rivalidad entre Tobey Marshall (Aaron Paul), mecánico y corredor amateur, y Dino Brewster (Dominic Cooper), corredor profesional y empresario, deciden trabajar juntos en un negocio, restaurar un mítico Mustang Shelby GT500. Todo va bien hasta que Tobey es encarcelado injustamente. Al salir, decide ir tras el responsable: Dino y para ello debe correr en la clandestina y legendaria Carrera De León.
No resulta nada fácil adaptar un videojuego a la pantalla grande, sobre todo si es uno de carreras, ya que actualmente existen decenas de cintas que explotaron la temática de las carreras automotrices, ya sean legales o ilegales, aun así Scott Waugh se lanza al ruedo y presenta un producto que logra extraer la esencia del videojuego. Transmitir la sensación de vértigo y adrenalina durante una carrera.
Justamente para transmitir esta sensación, el director Scott Waugh, tomó la decisión de filmar las escenas de acción apoyándose en coreografías y maniobras de las persecuciones de autos de películas de los setentas, prescindiendo de los efectos creados por computadora, lo cual le otorga verosimilitud a dichas escenas.
Como era de esperar en este tipo de cintas, la trama de Need for Speed, La Película no es compleja, es apenas la necesaria para justificar de forma adecuada las vertiginosas escenas de acción. La película hace lo que tiene que hacer, mostrar carreras de autos sin darle tantas vueltas al asunto, pero tampoco suelta escenas sin sentido. No pierde el tiempo con estupideces innecesarias: no hay escenas eróticas, ni largos y profundos diálogos psicológicos e introspectivos con relación a un personaje o situación.
Por otra parte los actores hacen su tarea, son entretenidos, están bien caracterizados y cada uno logra tener su momento, destacándose Aaron Paul al demostrar que tiene talento de sobra. Pero para muchos los verdaderos protagonistas son los autos, entre los que se nos muestran en la cinta tenemos a un Mustang Shelby GT500, McLaren P1, Bugatti Veyron, Koenigsegg Agera R, Lamborghini Sesto Elemento, Saleen S7, GTA Spano, ente otros.
La mejor palabra que se me ocurre para describir Need for Speed, La Película es que es efectiva, pues cumple lo que promete, carreras de autos emocionantes y verosímiles. Aunque para muchos pase sin pena ni gloria, como cinta dominguera aplica. ¡Ah!... Por cierto, se muestra un Ford Mustang 2015. Ése es el argumento más válido de esta película.
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