El Forastero
Bueno, parece que en este momento te sientes una persona extraña, y esto no está para nada mal, porque demuestra que te encuentras en un claro estado de transición. Y toda transición es necesaria para un cambio, para un cambio que de seguro va a ser positivo para ti, pues has llegado por tu cuenta, no has sido obligado a sentirte de esta manera, y todo camino de crecimiento es una verdadera bendición para nuestras vidas.
En toda transición como todo momento nuevo, no tienes que perder la atención, pues lo desconocido puede traer algo de dolor, esto no quiere decir que te pongas a la defensiva, ni que dejes que los temores se apoderen de ti, simplemente que estés con los ojos abiertos pues algunos detalles siempre pueden hacer la diferencia.
Ello marca un momento claro de maduración, es un momento en donde sabes que todo depende de ti, pues toda vida tiene su propio dueño, y así te sientes tú, sientes que tienes todas tus fuerzas correctamente canalizadas para manejar tu propio rumbo, y eso es signo de admiración, porque el crecer tiene su máximo fruto y es sumamente positivo.
Simbólicamente podemos representar este hecho como cuando un niño que mira a través de una puerta que se encuentra encadenada, esto no quiere decir que el niño no tenga la llave, sino que representa lo que es, una puerta cerrada, y toda puerta cerrada hay que abrirla. Esta acción implica un trabajo y tendrás que trabajar contigo mismo para encontrar la fuerza necesaria de impulso en estos nuevos tiempos en el que te encuentras.
Este niño que se encuentra aferrado a la puerta y que mira hacia este nuevo sendero no se encuentra para nada desconectado, se encuentra concentrado, sabe a dónde quiere llegar, y así te encuentras tú, tienes muy claro lo que quieres hacer, solo tienes que hacerlo.
Todos somos forasteros en algún momento, todos siempre a lo largo de la vida nos encontramos nuevos en algún ámbito y es algo que representa la belleza de la vida, lo hermoso de sentirse vivo, sentirse nuevo, sentirse fresco, eso representa ser un Forastero.
En toda transición como todo momento nuevo, no tienes que perder la atención, pues lo desconocido puede traer algo de dolor, esto no quiere decir que te pongas a la defensiva, ni que dejes que los temores se apoderen de ti, simplemente que estés con los ojos abiertos pues algunos detalles siempre pueden hacer la diferencia.
Ello marca un momento claro de maduración, es un momento en donde sabes que todo depende de ti, pues toda vida tiene su propio dueño, y así te sientes tú, sientes que tienes todas tus fuerzas correctamente canalizadas para manejar tu propio rumbo, y eso es signo de admiración, porque el crecer tiene su máximo fruto y es sumamente positivo.
Simbólicamente podemos representar este hecho como cuando un niño que mira a través de una puerta que se encuentra encadenada, esto no quiere decir que el niño no tenga la llave, sino que representa lo que es, una puerta cerrada, y toda puerta cerrada hay que abrirla. Esta acción implica un trabajo y tendrás que trabajar contigo mismo para encontrar la fuerza necesaria de impulso en estos nuevos tiempos en el que te encuentras.
Este niño que se encuentra aferrado a la puerta y que mira hacia este nuevo sendero no se encuentra para nada desconectado, se encuentra concentrado, sabe a dónde quiere llegar, y así te encuentras tú, tienes muy claro lo que quieres hacer, solo tienes que hacerlo.
Todos somos forasteros en algún momento, todos siempre a lo largo de la vida nos encontramos nuevos en algún ámbito y es algo que representa la belleza de la vida, lo hermoso de sentirse vivo, sentirse nuevo, sentirse fresco, eso representa ser un Forastero.
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