Y resucitó al tercer día
Y es que la semana santa, es para muchos otra época vacacional donde se puede disfrutar de actividades recreativas. Para otros, como los cristianos, católicos, ortodoxos y/o protestantes, es una de las conmemoraciones religiosas más importantes. Por lo que a casi 2,000 años de los hechos ocurridos que se recuerdan, estos días conservan una enorme influencia sobre la cultura. ¿Pero históricamente, como surgió la Semana Santa?
Los acontecimientos inmediatos que ocurrieron a la pasión de Jesús son importantes ya que de aquí se desprenderían e influiría la celebración de la semana santa. Después de la celebración del primer Pentecostés, Pedro pronuncia su primer sermón donde reconoce los principios básico de las tradiciones cristianas, además de dar testimonio de las primeras maneras en que los fieles recordaban la Pasión.
Pero la información más completa existente acerca del carácter sagrado que se le otorgo a dichos días procede la Obra de Eteria hacia aproximadamente el año 388 Año del Señor. Ya en ese entonces, se celebraban a lo largo de la semana correspondiente a la probable fecha de crucifixión. Una gran multitud, donde incluso se encontraban niños pequeños, formaba una procesión para entrar a Jerusalén y en días posteriores reunirse en el Monte de los Olivos para realizar lecturas y cantar himnos y antífonas. Y el Viernes adoraban supuestos restos de la verdadera cruz.
A este testimonio debemos sumar la carta de Atanasio de Alejandra, escritas en el 329 D.C., donde relata que los fieles mantenían un severo ayuno durante "Esos seis días sagrados que simbolizan la creación del Mundo". Además, añade que solían realizarse oraciones y actos de adoración. Incluso hay referencias a una Ley del emperador Constantino, donde exhortaba a no realizar actividad alguna, oficiales y comerciales, durante dicha semana.
Pero fue en el siglo IV y V donde se establece y regula estas festividades, ya que existían diversas polémicas y dificultades en cuanto a en que fechas deberían realizarse tales celebraciones. la solución provino del Primer Concilio de Nicea, en 325 DC, pero fue el monje y erudito, Dionisio El Exiguo quien determino la separación de la historia en dos eras (Antes y Después de Cristo) y además realizó un impreso cálculo del tiempo transcurrido hasta ese momento. El cálculo realizado toma en cuenta varios factores:
Los acontecimientos inmediatos que ocurrieron a la pasión de Jesús son importantes ya que de aquí se desprenderían e influiría la celebración de la semana santa. Después de la celebración del primer Pentecostés, Pedro pronuncia su primer sermón donde reconoce los principios básico de las tradiciones cristianas, además de dar testimonio de las primeras maneras en que los fieles recordaban la Pasión.
Pero la información más completa existente acerca del carácter sagrado que se le otorgo a dichos días procede la Obra de Eteria hacia aproximadamente el año 388 Año del Señor. Ya en ese entonces, se celebraban a lo largo de la semana correspondiente a la probable fecha de crucifixión. Una gran multitud, donde incluso se encontraban niños pequeños, formaba una procesión para entrar a Jerusalén y en días posteriores reunirse en el Monte de los Olivos para realizar lecturas y cantar himnos y antífonas. Y el Viernes adoraban supuestos restos de la verdadera cruz.
A este testimonio debemos sumar la carta de Atanasio de Alejandra, escritas en el 329 D.C., donde relata que los fieles mantenían un severo ayuno durante "Esos seis días sagrados que simbolizan la creación del Mundo". Además, añade que solían realizarse oraciones y actos de adoración. Incluso hay referencias a una Ley del emperador Constantino, donde exhortaba a no realizar actividad alguna, oficiales y comerciales, durante dicha semana.
Pero fue en el siglo IV y V donde se establece y regula estas festividades, ya que existían diversas polémicas y dificultades en cuanto a en que fechas deberían realizarse tales celebraciones. la solución provino del Primer Concilio de Nicea, en 325 DC, pero fue el monje y erudito, Dionisio El Exiguo quien determino la separación de la historia en dos eras (Antes y Después de Cristo) y además realizó un impreso cálculo del tiempo transcurrido hasta ese momento. El cálculo realizado toma en cuenta varios factores:
- La resurrección ha de conmemorarse en Domingo
- Este debe de ser el que sigue a la primera Luna Llena de la Primavera en el Hemisferio Norte
- La semana Santa no debe coincidir con la Pascua Judía
Por lo que partiendo de dicha ase astronómica el Domingo de Resurrección se puede ubicar entre el 25 de Marzo y el 25 de Abril.
La celebración realizada durante esa semana ha cobrado tal fuerza en la cultura occidental que difícilmente podría ponérsele término. Y es que el interés ha rebasado al ámbito de los devotos, ya que inquieta a artistas y científicos. Es más que conocido el hecho que cineastas, músicos, escritores y pintores han representado en su muy particular visión, al menos un fragmento de la Pasión de Jesús El Cristo; Y los científicos han tratado de demostrar el origen del Santo Sudario, las causas reales de su Muerte o los nexos familiares del mismo.
Mientras tanto, teólogos e historiadores tratan de obtener nuevas certidumbres de los evangelios canónicos y acercarse más a los aportados por los apócrifos. Y aunque los detalles sobre lo realmente ocurrido durante dicha semana estén escondidos, sean empañados por pseudo-especialista en la materia, debemos darnos cuenta que la Semana Santa, seamos religiosos o no, es más que un simple periodo vacacional; es un complejo proceso lleno de detalles y matices donde los personajes de hace casi dos mil años realizaron actos que influyen en gran medida la forma de pensar de mucha gente en el orbe.
Con seguridad ni el propio Jesús, en su gran sabiduría, inteligencia y capacidad visionaria, podría imaginar los acontecimientos futuros después de su Pasión cuando entraba a Jerusalén a lomo de un burro mientras la multitud lo aclamaba y agitaban palmas y espigas.
La celebración realizada durante esa semana ha cobrado tal fuerza en la cultura occidental que difícilmente podría ponérsele término. Y es que el interés ha rebasado al ámbito de los devotos, ya que inquieta a artistas y científicos. Es más que conocido el hecho que cineastas, músicos, escritores y pintores han representado en su muy particular visión, al menos un fragmento de la Pasión de Jesús El Cristo; Y los científicos han tratado de demostrar el origen del Santo Sudario, las causas reales de su Muerte o los nexos familiares del mismo.
Mientras tanto, teólogos e historiadores tratan de obtener nuevas certidumbres de los evangelios canónicos y acercarse más a los aportados por los apócrifos. Y aunque los detalles sobre lo realmente ocurrido durante dicha semana estén escondidos, sean empañados por pseudo-especialista en la materia, debemos darnos cuenta que la Semana Santa, seamos religiosos o no, es más que un simple periodo vacacional; es un complejo proceso lleno de detalles y matices donde los personajes de hace casi dos mil años realizaron actos que influyen en gran medida la forma de pensar de mucha gente en el orbe.
Con seguridad ni el propio Jesús, en su gran sabiduría, inteligencia y capacidad visionaria, podría imaginar los acontecimientos futuros después de su Pasión cuando entraba a Jerusalén a lomo de un burro mientras la multitud lo aclamaba y agitaban palmas y espigas.
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