Carrie: No seré Avergonzada. ¡No Otra Vez! ¡No por Ustedes!
Basada en el libro de Stephen King, se hace ésta nueva adaptación cinematográfica de Carrie a cargo de la directora Kimberly Peirce y con los protagónicos a cargo de la carismática Chloë Grace Moretz y la estupenda Julianne Moore.
Carrietta "Carrie" White (Chloë Grace Moretz) es una adolescente martirizada por su madre controladora, Margaret White (Julianne Moore), fanática religiosa que considera al mundo impío. Después de un bochornoso incidente, las chicas populares empiezan a realizar burlas que traspasan los límites del bullying. Lo cual lleva a Carrie a descubrir sus poderes telequinéticos y aun cuando parece haber encontrado su lugar en el mundo, una nueva y cruel broma la lleva a desatar todo su poder y no parara hasta saciar su sed de venganza.
Comparar la nueva versión con la realizada en 1976 sería injusto, pues ambas muestran objetivos distintos y diferentes cuestiones. Esta nueva versión intenta crear conciencia sobre el bullying, ya que la trama se centra en el acoso y humillación que sufre la protagonista y como este es el catalizador de los sangrientos sucesos acontecidos a lo largos de la cinta, ya que la telequinesis de la protagonista es una metáfora de la furia y resentimiento que siente hacia sus compañeros. Dicho planteamiento hay que reconocérselo a la cineasta y a sus guionistas, Lawrence D. Cohen y Roberto Aguirre-Sacasa, quienes recurren a las actuales redes sociales y el uso de la tecnología de los celulares como algunos de los elementos que los compañeros de escuela de la protagonista emplean para humillarla.
La cinta es dominada por Julianne Moore, quien interpreta a la posesiva mamá de la protagonista, una fanática religiosa, llena de culpas, flagelante y que no duda en castigar e imponer su visión a su hija. Mientras que Chloë Moretz, realiza una actuación decorosa y cumplidora, aunque algunos aspectos de su personaje resultan ilógicos y poco creíbles lo que demerita un poco su trabajo.
Puede que esta versión de Carrie no esté destinada a convertirse en un nuevo clásico, ni logre salir de la sombra de la original, pero aun así tiene elementos que hacen que valga la pena verla.
Carrietta "Carrie" White (Chloë Grace Moretz) es una adolescente martirizada por su madre controladora, Margaret White (Julianne Moore), fanática religiosa que considera al mundo impío. Después de un bochornoso incidente, las chicas populares empiezan a realizar burlas que traspasan los límites del bullying. Lo cual lleva a Carrie a descubrir sus poderes telequinéticos y aun cuando parece haber encontrado su lugar en el mundo, una nueva y cruel broma la lleva a desatar todo su poder y no parara hasta saciar su sed de venganza.
Comparar la nueva versión con la realizada en 1976 sería injusto, pues ambas muestran objetivos distintos y diferentes cuestiones. Esta nueva versión intenta crear conciencia sobre el bullying, ya que la trama se centra en el acoso y humillación que sufre la protagonista y como este es el catalizador de los sangrientos sucesos acontecidos a lo largos de la cinta, ya que la telequinesis de la protagonista es una metáfora de la furia y resentimiento que siente hacia sus compañeros. Dicho planteamiento hay que reconocérselo a la cineasta y a sus guionistas, Lawrence D. Cohen y Roberto Aguirre-Sacasa, quienes recurren a las actuales redes sociales y el uso de la tecnología de los celulares como algunos de los elementos que los compañeros de escuela de la protagonista emplean para humillarla.
La cinta es dominada por Julianne Moore, quien interpreta a la posesiva mamá de la protagonista, una fanática religiosa, llena de culpas, flagelante y que no duda en castigar e imponer su visión a su hija. Mientras que Chloë Moretz, realiza una actuación decorosa y cumplidora, aunque algunos aspectos de su personaje resultan ilógicos y poco creíbles lo que demerita un poco su trabajo.
Puede que esta versión de Carrie no esté destinada a convertirse en un nuevo clásico, ni logre salir de la sombra de la original, pero aun así tiene elementos que hacen que valga la pena verla.
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