Moralidad
Las personas que suelen catalogarse como moralistas se reconocen como grandes, como puras, suelen estar mal nombradas como buenas personas dada una ideología social de seguir el camino del bien pues la moralidad trata sobre dejar surgir la consciencia dentro de ti para poder lograr exhortar este falso concepto de moralidad.
Cuando hablamos de cultura en nuestra sociedad hablamos de muy sensibles capas que se pueden romper fácilmente por cualquier individuo, esto da una clara muestra de la importancia de cada uno y de su poder de elección en cada una de sus vidas. Esto nos da un camino sobre la moralidad que está más cerca de un estado de alerta que de una forma de disciplina adquirida, no se trata de sólo hacer lo que te dicen que hagas, se trata de ir a por más y de poder seguir tu propio camino, es momento propicio para poder expandir tu individualidad y lograr los aprendizajes por ti solo. Esto no quiere decir que tienes que volverte una persona egoísta si no que, todo lo contrario, se trata de emprender la suficiente madurez como para analizar las cosas por uno mismo sin la ayuda de nadie, pues las demás personas solo estorban en este camino personal del auto crecimiento.
Al momento que uno logra este estado de atención, esta forma clara y analítica de ver las cosas, es cuando uno realmente tiene las posibilidades de hacer y moverse verdaderamente bien, los términos de bondad y maldad suelen estar relacionados con algún resultado, un resultado que está estrictamente relacionado con uno mismo o con los demás, lo que claramente demuestra que el hacer bien o mal depende de este resultado, y para ello no hay mejor manera de hacer las cosas que estando alerta y tranquilo. No es para nada noticia que los impulsos llevan al arrepentimiento.
Es un momento de prueba para tu verdadera moralidad, quizás también te pueda estar sucediendo esto, ya que representa el momento final en una transición hacia una manera más calma de ver las cosas. Es un momento muy propicio para que crezcas así que no lo desperdicies con las resoluciones más superficiales. Concéntrate en ti mismo y anímate a tomar las decisiones verdaderamente correctas para tu conciencia.
Cuando hablamos de cultura en nuestra sociedad hablamos de muy sensibles capas que se pueden romper fácilmente por cualquier individuo, esto da una clara muestra de la importancia de cada uno y de su poder de elección en cada una de sus vidas. Esto nos da un camino sobre la moralidad que está más cerca de un estado de alerta que de una forma de disciplina adquirida, no se trata de sólo hacer lo que te dicen que hagas, se trata de ir a por más y de poder seguir tu propio camino, es momento propicio para poder expandir tu individualidad y lograr los aprendizajes por ti solo. Esto no quiere decir que tienes que volverte una persona egoísta si no que, todo lo contrario, se trata de emprender la suficiente madurez como para analizar las cosas por uno mismo sin la ayuda de nadie, pues las demás personas solo estorban en este camino personal del auto crecimiento.
Al momento que uno logra este estado de atención, esta forma clara y analítica de ver las cosas, es cuando uno realmente tiene las posibilidades de hacer y moverse verdaderamente bien, los términos de bondad y maldad suelen estar relacionados con algún resultado, un resultado que está estrictamente relacionado con uno mismo o con los demás, lo que claramente demuestra que el hacer bien o mal depende de este resultado, y para ello no hay mejor manera de hacer las cosas que estando alerta y tranquilo. No es para nada noticia que los impulsos llevan al arrepentimiento.
Es un momento de prueba para tu verdadera moralidad, quizás también te pueda estar sucediendo esto, ya que representa el momento final en una transición hacia una manera más calma de ver las cosas. Es un momento muy propicio para que crezcas así que no lo desperdicies con las resoluciones más superficiales. Concéntrate en ti mismo y anímate a tomar las decisiones verdaderamente correctas para tu conciencia.
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