Luchando
Es claramente el conflicto en nuestras vidas. La palabra lucha está relacionada con un intercambio de fuertes emociones con un fin de imposición, en toda pelea cualquiera de las partes busca imponerse, busca posicionarse por encima del otro individuo. Cuando observamos genéricamente nuestras sociedades podemos ver que, en ellas, términos como violencia, conflictos, ambición no son para nada raros, sino que son de algo corriente en nuestras rutinas diarias.
La lucha busca dejar una reflexión, un aprendizaje, y al igual que el viento, todo en nuestras vidas es pasajero. De la misma manera que muchas cosas ya no están más en nuestro presente, nuestra vida tiene un tiempo límite, y es por esta simple realidad de nuestra naturaleza que debemos aprovechar nuestra estadía al máximo. Intentemos escapar de las actividades violentas que sólo sirven para permitir una alimentación imparable de malas emociones, de malos pensamientos. No todo en nuestras vidas se trata sobre la competencia, para ganarle a la violencia hay que ser distintos a ella, entonces no sirve de nada pagar con la misma moneda a aquellos que sólo buscan la destrucción.
Claramente estás enredado en un mar violento de luchas, es un fuerte llamado de atención y reflexión que aclama por tu bienestar. Es momento de que dejes ese ritmo de vida vicioso, que abandones esa actitud tensa y destructiva que sólo sirve para alimentar momentos contraproducentes, no te dice que te escapes, te dice que enfrentes las situaciones con otras armas, sé transparente como el viento para que los ataques de ira no contaminen tu interior.
Es momento de que bajes los nudillos, de que liberes realmente toda esa tensión acumulada pero no en forma de ataque, no en forma de destrucción, encuéntrate a ti mismo, anímate a entrar en el camino de la meditación, y logra sentir la libertad que otorga la paz que se encuentra en uno mismo.
La lucha busca dejar una reflexión, un aprendizaje, y al igual que el viento, todo en nuestras vidas es pasajero. De la misma manera que muchas cosas ya no están más en nuestro presente, nuestra vida tiene un tiempo límite, y es por esta simple realidad de nuestra naturaleza que debemos aprovechar nuestra estadía al máximo. Intentemos escapar de las actividades violentas que sólo sirven para permitir una alimentación imparable de malas emociones, de malos pensamientos. No todo en nuestras vidas se trata sobre la competencia, para ganarle a la violencia hay que ser distintos a ella, entonces no sirve de nada pagar con la misma moneda a aquellos que sólo buscan la destrucción.
Claramente estás enredado en un mar violento de luchas, es un fuerte llamado de atención y reflexión que aclama por tu bienestar. Es momento de que dejes ese ritmo de vida vicioso, que abandones esa actitud tensa y destructiva que sólo sirve para alimentar momentos contraproducentes, no te dice que te escapes, te dice que enfrentes las situaciones con otras armas, sé transparente como el viento para que los ataques de ira no contaminen tu interior.
Es momento de que bajes los nudillos, de que liberes realmente toda esa tensión acumulada pero no en forma de ataque, no en forma de destrucción, encuéntrate a ti mismo, anímate a entrar en el camino de la meditación, y logra sentir la libertad que otorga la paz que se encuentra en uno mismo.
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