Catching Fire: Sí Esperan Escucharme Rogar
La heroína adolescente del siglo XXII regresa en una nueva aventura. Se trata de a esperada segunda parte de la serie Los Juegos del Hambre; The Hunger Games: Catching Fire (Los Juegos del Hambre: En Llamas).
Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson) vuelven a casa sanos y salvos tras ganar los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre. Ganar significa tener que dejar atrás a familia y amigos, y embarcarse en la “Gira de la Victoria” por los diferentes distritos. A lo largo del camino, Katniss se da cuenta de que una rebelión comienza a gestarse, pero en el Capitolio el Presidente Snow (Donald Sutherland) y Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman) organizan los Septuagésimo Quintos Juegos del Hambre, denominados El Vasallaje, en el cual participaran varios de los antiguos vencedores, entre ellos Katniss y Peeta, y sólo uno saldrá con vida. Dicha competición transformará el territorio de Panem para siempre.
Hay que dejar en claro que se trata de una película de transición, encargada solamente de unir la historia inconclusa de la primera parte con lo que parece ser dos cintas finales. Ahora bien, centrándonos en la cita que nos concierne, Los Juegos del Hambre: En Llamas resulta ser más adulta de lo que uno puede pensar, ya que entre tantas lamentables y agotadoras adaptaciones cinematográficas de novelas de corte juvenil, la cinta contiene en su interior una carga de crítica social, pues se indica como un régimen dictatorial utiliza a una persona como objeto para afianzar su supremacía, mientras que en las regiones más empobrecidas y oprimidas puede surgir la rebelión que ponga fin a dicha tiranía.
Más allá de la crítica expuesta, En Llamas es una historia juvenil que plantea un triángulo amoroso entre los protagonistas, Katniss, Gale (Liam Hemsworth) y Peeta, elemento que podría catalogar rápidamente a la cinta en una telenovela peligrosamente olvidable, afortunadamente los guionistas Simon Beaufoy y Michael Arndt balancean exitosamente el melodrama juvenil y la crítica social con algunas dosis de acción y de especulación científica/mediática.
Dichos guionistas elaboraron una extraña pero gratísima trama con ingredientes ya anteriormente explotados en cintas de ciencia ficción como Fuga en el Siglo XXIII, La Última Esperanza y El Cubo, donde los héroes intentan escapar y sobrevivir en lugares altamente controlados por un sistema opresor. Asimismo toman las bases de melodramas como Edtv y El Show de Truman para narrar el seguimiento y control mediático que el sistema tiene a toda hora sobre un determinado individuo, así como la construcción de mentiras para mantener a las masas dóciles.
Las ideas anteriormente referidos con los que el director Francis Lawrence cuenta, quien sustituye en la silla a Gary Ross, son lo suficientemente poderosas como para enganchar al público que todavía no lee la novela de Suzanne Collins y mantener contentos y tranquilos a los fans de la misma, ya que la cinta no sufre por el cambio de director, sino que se ve beneficiada por ello, pues los efectos visuales y la dirección de arte son realmente impresionantes, así como el vestuario es realmente cautivador.
Por otra parte, en el renglón de las actuaciones, he de mencionar que todos y cada uno de los implicados, Liam Hemsworth, Philip Seymour Hoffman, Woody Harrelson, Josh Hutcherson, Jena Malone, Elizabeth Banks, Sam Claflin, Stanley Tucci y Donald Sutherland, cumplen con actuaciones realistas, convincentes, emotivas, tiernas y hasta vulnerables. Pero por encima de todos se encuentra Jennifer Lawrence, la hermosa protagonista, quien se posiciona como una gran estrella de Hollywood gracias a su carisma y encanto que enamora a cualquiera y por su gran capacidad actoral, capacidad que le permite cargar todo el peso de la película, pues lo mismo se muestra vulnerable, aguerrida e incluso divertida.
Todo ello hacen de Los Juegos del Hambre: En Llamas un producto entretenido, de dos horas y media, que supera a su antecesora y por mucho. Visualmente es más interesante y con un universo establecido que podemos explorar más a detalle, que dejará satisfechos a los fans así como los espectadores casuales.
Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson) vuelven a casa sanos y salvos tras ganar los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre. Ganar significa tener que dejar atrás a familia y amigos, y embarcarse en la “Gira de la Victoria” por los diferentes distritos. A lo largo del camino, Katniss se da cuenta de que una rebelión comienza a gestarse, pero en el Capitolio el Presidente Snow (Donald Sutherland) y Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman) organizan los Septuagésimo Quintos Juegos del Hambre, denominados El Vasallaje, en el cual participaran varios de los antiguos vencedores, entre ellos Katniss y Peeta, y sólo uno saldrá con vida. Dicha competición transformará el territorio de Panem para siempre.
Hay que dejar en claro que se trata de una película de transición, encargada solamente de unir la historia inconclusa de la primera parte con lo que parece ser dos cintas finales. Ahora bien, centrándonos en la cita que nos concierne, Los Juegos del Hambre: En Llamas resulta ser más adulta de lo que uno puede pensar, ya que entre tantas lamentables y agotadoras adaptaciones cinematográficas de novelas de corte juvenil, la cinta contiene en su interior una carga de crítica social, pues se indica como un régimen dictatorial utiliza a una persona como objeto para afianzar su supremacía, mientras que en las regiones más empobrecidas y oprimidas puede surgir la rebelión que ponga fin a dicha tiranía.
Más allá de la crítica expuesta, En Llamas es una historia juvenil que plantea un triángulo amoroso entre los protagonistas, Katniss, Gale (Liam Hemsworth) y Peeta, elemento que podría catalogar rápidamente a la cinta en una telenovela peligrosamente olvidable, afortunadamente los guionistas Simon Beaufoy y Michael Arndt balancean exitosamente el melodrama juvenil y la crítica social con algunas dosis de acción y de especulación científica/mediática.
Dichos guionistas elaboraron una extraña pero gratísima trama con ingredientes ya anteriormente explotados en cintas de ciencia ficción como Fuga en el Siglo XXIII, La Última Esperanza y El Cubo, donde los héroes intentan escapar y sobrevivir en lugares altamente controlados por un sistema opresor. Asimismo toman las bases de melodramas como Edtv y El Show de Truman para narrar el seguimiento y control mediático que el sistema tiene a toda hora sobre un determinado individuo, así como la construcción de mentiras para mantener a las masas dóciles.
Las ideas anteriormente referidos con los que el director Francis Lawrence cuenta, quien sustituye en la silla a Gary Ross, son lo suficientemente poderosas como para enganchar al público que todavía no lee la novela de Suzanne Collins y mantener contentos y tranquilos a los fans de la misma, ya que la cinta no sufre por el cambio de director, sino que se ve beneficiada por ello, pues los efectos visuales y la dirección de arte son realmente impresionantes, así como el vestuario es realmente cautivador.
Por otra parte, en el renglón de las actuaciones, he de mencionar que todos y cada uno de los implicados, Liam Hemsworth, Philip Seymour Hoffman, Woody Harrelson, Josh Hutcherson, Jena Malone, Elizabeth Banks, Sam Claflin, Stanley Tucci y Donald Sutherland, cumplen con actuaciones realistas, convincentes, emotivas, tiernas y hasta vulnerables. Pero por encima de todos se encuentra Jennifer Lawrence, la hermosa protagonista, quien se posiciona como una gran estrella de Hollywood gracias a su carisma y encanto que enamora a cualquiera y por su gran capacidad actoral, capacidad que le permite cargar todo el peso de la película, pues lo mismo se muestra vulnerable, aguerrida e incluso divertida.
Todo ello hacen de Los Juegos del Hambre: En Llamas un producto entretenido, de dos horas y media, que supera a su antecesora y por mucho. Visualmente es más interesante y con un universo establecido que podemos explorar más a detalle, que dejará satisfechos a los fans así como los espectadores casuales.
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